Eran las 12:30 del pasado
sábado cuando se reunían una veintena de valientes jugadores para
emprender el viaje que les llevaría hasta su segundo partido de la
actual temporada.
Ya en el campo de los
Olmos, donde se disputaría el partido contra el Quebrantahuesos, el
día nos deleitaba con un sol casi de verano y un campo inmejorable
para la práctica del rugby. Después del reparto de camisetas y de
las instrucciones de sus entrenadores, el Lleida salta al campo para
comenzar con el calentamiento y entrar de forma progresiva en el
partido.
Llegadas las 15:15, el
calentamiento se alargó a falta de un árbitro para la contienda, da
comienzo el partido con un Quebrantahuesos que sabe explotar las
carencias del equipo del Segriá y un Lleida que intenta defenderse
utilizando todas sus armas.
La tónica de la primera
parte fue un Quebrantahuesos dominador en melés y en el juego a la
mano mientras que el Lleida con ilusión y coraje intentaba desplegar
el juego que le caracteriza y que en algún momento llegó a
inquietar al equipo aragonés.
Ya en la segunda parte y
después de que se realizaran todos los cambios posibles en las filas
lleidatanas, el equipo del Segriá comienza a jugar de forma dinámica
y a conservar el balón en las fases estáticas. Fruto de dicho
juego, llegó el único ensayo del Lleida a manos de Roger después
de un maul.
Pasados treinta minutos,
el partido finaliza con el resultado de 36 a 5, con un Lleida que
comenzaba a disfrutar con su juego y un Quebrantahuesos sabedor de la
buena faena realizada.
Como conclusión, queda
mucho trabajo a realizar para poder evitar los fallos que se
detectaron en el partido.
A destacar:
- El número de jugadores que el Lleida disponía para disputar el partido.
- La actitud que se mostró dentro y fuera del campo.
- La invitación del Quebrantahuesos que permitió a nuestros chavales disfrutar de la práctica del rugby.
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